Wednesday, December 21, 2011

APRENDÍ DE LA INOCENCIA

Felizmente corría,
su cara brillaba,
iba como el viento
alegre, alebrestada.

Su risa se escuchaba,
el viento se lo llevaba,
brincando, alcanzando
lo que el aire volaba.

Mirando aquella criatura
tan inocente y despreocupada
que iba alegremente
persiguiendo lo que miraba.

Observando aquel cuadro
de sonrisas y gritos,
brincos y felicidad,
mi corazón se alegraba.

Cuánto tiempo de tristeza,
sintiéndome ya acabado,
me doy cuenta que la vida,
lentamente se va apagando.

Llegó, después, corriendo,
gritando su alegría,
abrazándome, sonreía
diciéndome que me quería.

Cuenta luego me di
que esa criatura inocente
me enseñó en ese momento,
lo valioso que es el tiempo.

Sylvia
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